yo solo caminaba
perdido en la oscuridad.
Una luz en mi camino
algo iluminaba a lo lejos
algo, no sabía qué era,
sólo sabía que era hermoso.
Y al irme acercando
mi corazón se aceleraba
no estaba seguro
de lo que iba yo a encontrar.
Y entre más cerca estaba
más seguro me sentía
de que era esa persona
tan especial para mí.
Era ella, era ella
ya no me quedaban dudas
pero, ¿qué estaría haciendo
en este tan solitario lugar?
Y mientras más me acercaba
más iba meditando
¿qué decirle, qué preguntarle?
¿cómo llegó hasta aquí?
¿habrá seguido el sendero de lágrimas
que he dejado en el camino?
Ya casi llegaba
a donde estaba ella
y aunque lo seguía pensando
no sabía qué decir.
Ya podía ver su rostro,
ya podía ver su cabello
ya podía ver su sonrisa
que deslumbraba hasta cegar.
Y vi que me recibía
con los brazos abiertos,
se veía feliz
se veía contenta.
Y apenas llegué
ella me abrazó dulcemente
y trataba de decirme algo
pero la interrumpí:
Yo: “¿Qué estás haciendo?
¿Cómo llegastes?
¿Qué es lo que quieres tú de mí?”
Ella: “Te he estado buscando
porque quería decirte
algo que no pude antes
porque no supe cómo hacerlo.”
Yo: “Pero si yo te lo he dicho todo
pero si yo te lo pregunté todo
te confesé lo que sentía
y tú me rechazaste.”
Ella: “Yo no sabía,
confundida estaba
todo pasó de repente
y no supe qué hacer”.
Yo: “Me has lastimado
y yo que me rendí a tus pies
yo que te abrí mi corazón
de puerta en puerta.”
Ella: “Perdón, no tenía idea,
de verdad que me arrepiento,
porque no supe lo que sentía
hasta que te perdí”.
Yo: “Pues dime entonces
ahora que ya sabes,
qué es lo que piensas de mí
qué es lo que sientes por mí.”
Ella: “Tú no conoces mis sentimientos,
lo que tú me confesaste
para mí no es lo mismo
porque yo te quiero aún más.
Porque todo mi amor
a ti te pertenece
porque adoro las tardes
en que estoy a tu lado.
Porque tú eres
mi mundo entero
Porque si me quedo sin ti
en poco tiempo moriré.”
Yo: “¿Qué es todo eso que dices?
¿por qué tú me haces esto?
No juegues conmigo
que yo no quiero sufrir más.”
Ella: “No seas necio, no seas tonto
¿que no ves que yo te amo?
¿que no ves que mi vida entera
yo daría por ti?”.
Yo: “Si es en serio lo que me cuentas,
si es en serio lo que has confesado,
dímelo con un beso puro,
dame un beso de amor.”
Y un beso de amor me dio
un beso donde toqué las nubes
un beso donde brilló el universo
y no hay ninguna sensación
que se le pueda comparar.
Y cuando terminó aquello
aquel beso puro, aquel beso de amor,
aquel que yo devolví con más pasión
porque yo la amaba aún más.
Ninguno de los dos dijo una palabra
ninguno de los dos habló,
pero ya lo sabíamos
éramos el uno para el otro
y por siempre estaríamos juntos.
En aquella noche oscura
donde todo estaba nublado,
yo caminaba con ella
la que ilumina mi existir,
sin la cual no puedo vivir.
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